domingo, 19 de abril de 2009

COPLA DE ANOCHECER


La tarde esta en el maitén
con su capa de cristal,
la trajo el viento al soplar
las sombras de anochecer.

De la cumbre en su vaivén
cuelga un mirlo su cantar.

¡Quién se pudiera empinar
a la rama del maitén
y con el mirlo entonar
la copla de anochecer!

Ha quedado solo el trino,
el ave tiñó las sombras;
se cubrieron con su alfombra
las huellas de los caminos.

Bebo la ausencia en el vino,
me voy llenando de sombras.

Si me pudiera empinar
a la rama del maitén
y en el viento susurrar
el nombre de mi querer.

El cielo ya esta sembrado
de silencios y de estrellas,
te busco amada entre ellas
herido, ausente, callado.

Las sombras ya me han segado,
quiero la luz de tu estrella,
ven a alumbrarme la huella
para llegar a tu lado.

El maitén ya esta borrado;
quedó mi noche y tu estrella.

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